domingo, 19 de enero de 2014

MI PRIMERA PASTA FRESCA


Aquí estoy con la primera de las muchas recetas de pasta fresca que pienso hacer!

Está claro que los Reyes Magos son magos... qué listos son! Cómo saben lo que nos gusta, eh!
Este año para mí han venido cargados de cosas para cocinar, cosas que me encantan y con las que pienso disfrutar mucho: entre otras, preparé recetas siguendo las pautas que me indica nuestro amigo Arguiñano en el libro que me ha firmado, haré pasta fresca en mi nueva máquina,... y todo ello lo haré vestida con un super delantal personalizado!

Lo primero que he probado ha sido la máquina para hacer pasta fresca. Es una Imperia, máquina manual, sencilla pero robusta, con la que se trabaja muy facilmente. El utensilio básico que trae es para hacer dos tipos de cortes: tallarines y fettuccini. Pero se pueden comprar un montón de utensilios diferentes para hace todo tipo de pasta: espaguetis, raviolis, ñoquis, etc

Hacer la pasta fresca en casa es muy fácil, y además está buenísima. Aquí os dejo la receta para que os pongáis manos a la obra. Si no tenemos máquina, no pasa nada, ya que también podemos prepararla. Tendremos que estirar bien la masa con un rodillo, y cuando quede fina la enrollamos y cortamos con un cuchillo.

Ingredientes:
  • 200 gramos de harina de fuerza.
  • 2 huevos.
  • Una pizca de sal.
Elaboración:
  • Colocamos en un bol la harina con la sal y añadimos los huevos.
  • Con una mano vamos mezclando los huevos con la harina.  
  • Cuando la mezcla comienza a integrarse bien la pasamos a una superficie enharinada.
  •  Ahora comenzamos a amasar con cuidado estirando la masa hacia adelante y la doblamos sobre si misma hacia atrás. Iremos añadiendo harina si es necesario, para que no se pegue. Aquí hay que tener cuidado de no sobresaturar la masa de harina, ya que quedaría seca.
  • Cuando la masa esté firme y elástica, hacemos una bola y la enolvemos en film transparente. 
  • Dejamos reposar unos 30 minutos, para que la masa desarrolle el gluten. No hay que meter la bola al frigorífico, ya que no debe enfriarse porque sería muy difícil de manipular.
  • Pasado el tiempo de reposo, cortamos la masa en dos o tres trozos para que nos resulte fácil trabajar con ella. Repetiremos los pasos que aparecen a continuación con cada trozo de masa. Mientras tanto, los que dejemos a la espera deben seguir enveltos en el film para que no se sequen.
  • Aplastamos un poco con los dedos el trozo de masa, lo enharinamos ligeramente y lo pasamos por el rodillo alisador (colocado con la abertura de mayor tamaño).
  • Plegamos la masa y volvemos a pasarla por el rodillo. Repetiremos la operación hasta que la superficie quede lisa. En este momento ya estará lista para continuar.
  • Colocamos la masa estirada sobre la superficie de trabajo y enharinamos ligeramente. Llevamos cada uno de los extremos al centro, y cerramos la masa al medio. Volvemos a pasala por el rodillo.
  • Repetimos esta operación hasta que la superficie quede lisa.
  • A partir de ahora iremos pasando la masa por el rodillo alisador mientras vamos disminuyendo el grosor. Lo haremos de forma ordenada, sin saltarnos ninguno. En cada pasada disminuiremos un número, hasta llegar al grosor deseado.
  • Colocamos el rodillo cortador, y pasamos nuestra lámina por él.
  • Una vez cortada la pasta, la colgamos y dejamos que se seque (20 ó 30 minutos serán suficientes, incluso se pueden cocer directamente, sin secar).
  • Pasado este tiempo, cocemos la pasta (con 2 ó 3 minutos) y preparamos a nuestro gusto.

Pues aquí está mi primera pasta fresca. Es la receta básica, pero podemos añadir otros ingredientes, por ejemplo espinacas, tomate, tinta de calamar,... así conseguiremos pasta de colores y sabores diferentes... 
Iré pensando qué hacer para preparar mi siguiente receta de pasta!

Feliz domingo!!

1 comentario:

Muchas gracias por tu comentario!!